lunes, 29 de octubre de 2012

De profesión... candidato a un empleo.


Lo peor de la situación actual no está exclusivamente en el crecimiento del paro, sino en el hecho de que el desempleo se convierta en una epidemia, en un mal crónico. No hay empleo para los jóvenes de 16 a 25 años, ni tampoco para los que se quedaron sin trabajo y agotan las prestaciones ordinarias.

Cinco millones y medio de personas inscritas en el paro deberían hacer sonar todas las alarmas, esta cifra en España implica que una de cada cuatro personas que quiere trabajar no puede hacerlo. Emplear debería ser un objetivo prioritario, colectivo, antes que cualquier otro. El paro crónico lleva a la decepción, la desconfianza y el miedo y en tal ambiente es imposible volver a crecer. Debemos evitar a toda costa que el paro se convierta en profesión. Pero ¿cómo conseguir un trabajo?, ¿cómo ser el elegido?.



Convertiros en el candidato ideal para una oferta de trabajo parece, hoy, una carrera de fondo. Leer atentamente la descripción del puesto, redactar un currículo adaptado a cada situación e informarse sobre la empresa son aspectos que pueden ayudaros a lograr vuestro objetivo.
La competencia sigue aumentando día tras día, y a todos los niveles desde los recién titulados universitarios hasta profesionales con amplia experiencia laboral. A priori parece que la forma de enfrentarse a la búsqueda de empleo es diferente, puesto que los más veteranos cuentan con la ventaja de que ya han pasado por otros procesos de selección. Sin embargo, los responsables de recursos humanos de distintas compañías coinciden en un problema  común y general tanto a  "iniciados"  como a  "experimentados": no se sabe buscar empleo. Javier Sevilla, CEO y socio fundador del portal Jobssy.com, considera que “el candidato tiene que profesionalizarse. A pesar de las complicadas circunstancias actuales, siempre existen oportunidades, y la clave está en saber buscar y diferenciarse”.
Rodrigo García, gerente de RH Asesores, opina que actualmente no se considera relevante saber buscar empleo y esto se suple con el boca a oreja. “Haría falta que universidades y escuelas de negocios contemplaran esta tarea como parte de su formación”. El problema es más grave de lo que a simple vista pudiera parecer pues grandes profesionales, personas con perfiles idóneos para determinados puestos no acceden a los mismos porque son “malos candidatos”.
Las recomendaciones para convertirse en el aspirante ideal pueden parecer obvias pero con demasiada frecuencia se olvidan y los fallos de siempre continúan. El primer punto es definir un objetivo. Independientemente de la formación y del sector hay que saber qué se quiere hacer y hasta dónde se pretende llegar profesional y económicamente.
Un dato sorprendente del que reiteradamente se quejan los responsables de selección es que los candidatos no leen atentamente la oferta de empleo. Acometen la tarea de acudir a la entrevista como algo mecánico, en serie, lo que les lleva muchas veces a llegar sin saber el nombre de la compañía  ni las características concretas del puesto. Informarse, documentarse es fundamental.
Contrariamente a lo que se cree una búsqueda activa de empleo no consiste en colgar el currículo en todos los portales posibles ni en enviarlo indiscriminadamente a todas las compañías del sector en el que nos interesa incorporarnos y permanecer activos en todos los foros y redes sociales. El resultado de toda esta actividad suele ser infructuoso y desalentador. Es mejor enviar sólo uno, personalizado, adaptado al puesto requerido, con criterio, que 500. Por eso resulta esencial adaptar el currículo a cada situación, destacando la formación y experiencia que más se ajuste a las demandas de cada caso y poniendo en segundo plano –o incluso omitiendo– aspectos de nuestra trayectoria que no son tan relevantes para ese puesto en concreto.
Respecto a la actividad en las redes sociales, los expertos en reclutamiento coinciden en que es importante, pero en su justa medida. Una vida virtual muy activa puede influir negativamente en la candidatura de un profesional. El empresario puede considerar que se está más pendiente de estos medios que de las responsabilidades y obligaciones con la empresa.

Según el artículo del diario Expansión consultado para desarrollar este post, "De  profesión ... candidato a  un empleo", una buena noticia para los más jóvenes es que la experiencia profesional, hasta hace poco uno de los aspectos más valorados y hasta imprescindibles a la hora de seleccionar un candidato, ya no se requiere, al menos no en la misma medida. Según se  explica en dicho  artículo cuatro años atrás se buscaba un analista financiero con al menos diez años de experiencia total, ahora dos o tres años de experiencia son suficientes o incluso sin experiencia. La cara negativa de esta noticia es que es una consecuencia directa de los salarios que las empresas están dispuestas y pueden pagar, hoy es necesario buscar soluciones a mejor coste.
La realidad, dicen, es que como en cualquier actividad profesional que queramos desarrollar, también en la búsqueda de trabajo, el candidato debe profesionalizarse, aprender a buscar y saber diferenciarse de los demás aspirantes.

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7 comentarios:

  1. ¿Qué se soluciona viéndolo todo de color negro? Está claro que debemos ser realistas, pero si algo hemos aprendido en estos cuatro años es a tener un punto de vista diferente sobre todas y cada una de las cosas. La época en la que vivimos nos exige fuerza y concentración, pero no se termina cuando encontremos trabajo, la vida es luchar. Vamos a empezar bien, buscar trabajo no es algo fácil pero trabajar tampoco.

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  2. Totalmente de acuerdo con esta frase "no se sabe buscar empleo"

    Aunque tampoco es que lo pongan fácil por ahí...

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  3. Desde luego puede que uno de los mayores problemas sea el no saber buscar un empleo. Estoy de acuerdo en ello. Pero como bien mencionas en el post, tampoco nunca nos han enseñado a hacerlo. No hay clases para ello, aunque quizás debería haberlas, especialmente ahora, teniendo en cuenta la situación que estamos atravesando.
    A eso también hay que sumarle el hecho de que muchas veces ni nosotros mismos tenemos las cosas claras. No sabemos qué queremos y eso se puede convertir en un gran problema a la hora de buscar un empleo. Creo que antes de ponerse a buscar hay que delimitar unos límites, hemos de conocernos un poquito más y, por tanto, tener claro qué queremos para que nuestra búsqueda tenga éxito.

    Por último, he de decir que discrepo un poco con lo de que las empresas ya no piden experiencia. Es verdad que en las búsquedas que he realizado no he visto ninguna que pida experiencia de 10 años, pero sí de unos 3 a 5. Y a los que aún estamos estudiando ese requisito nos dificulta un poco las cosas, puesto que puede que tengamos experiencia laboral, pero no en ese ámbito, con lo cual, tampoco sirve de mucho.

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    1. Totalmente de acuerdo contigo, si tan complicado es buscar empleo que menos que nos enseñen como hacerlo, esta asignatura es de gran ayuda, pero es optativa, y muchas veces las optativas tienes que elegirlas por el horario y no siempre cursas las que quieres.
      Y también lo que comentas de que las empresas no piden experiencia, llevas toda la razón, siguen pidiéndola, también porque creo que no hay puestos que se adecuen a nuestras competencias, porque entiendo que exijan experiencia para un puesto de director de marketing, yo no tengo la experiencia necesaria para ser directora, y aún no me veo capacitada, así que creo que el problema es ese, que no hay puestos de trabajos que se adapten a nuestros perfiles profesionales, al menos a lo que yo me quiero dedicar.

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  4. Opino que uno de los factores por los que la mayor parte de los aspirantes que acuden a un empleo que no saben exactamente lo que es, también puede ser producido por la desesperación de encontrar un trabajo que no es exactamente de su sector o algo que pueda parecerse en lo más mínimo. Eso sí, estoy de acuerdo en que al menos deberían de informase del trabajo en cuestión y de la empresa antes de acudir a la entrevista.

    Por otro lado aunque digan que la experiencia hoy por hoy no es tan importante, todo el mundo sabe que eso no está tomado al 100% de la letra. Muchísimas empresas siguen pensando de la misma manera, con lo cual están cerrando muchas puertas a muchos jóvenes como nosotros, recién licenciados en busca de un huequito en el mundo laboral. Explicándolo así es lo más parecido a llegar al instituto e intentar buscar un grupo de amigos con los que pasar el rato. Aunque tienes que tener tú la iniciativa, también está en sus manos el aceptarte y no tener que pasar por unos "criterios de experiencia", porque, como ya he dicho antes, no tenemos experiencia y menos todavía si ellos no nos dan la oportunidad de demostrarlo y de aplicarlo al trabajo.

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  5. Llevamos ya unas cuantas semanas aprendiendo, en las diferentes entradas, a orientar nuestro futuro. Nos hemos planteado qué queremos ser cuando acabe este mundo "idílico" que es la universidad, dónde encontrar ese posible empleo y, sobre todo, estamos intentando aprender a vendernos (entiéndase de la manera más correcta posible, por favor).

    Sin embargo, esto me suena un poco a "Los juegos del hambre". Nos preparamos para salir a un escenario que no ha sido elegido por nosotros a luchar contra gente que no conocemos, y la lucha es a muerte.

    Llega un momento en que el "todo vale" es lo que impera: en nuestra búsqueda de empleo y en la búsqueda de trabajadores por parte de las empresas.

    Al final salimos de la universidad creyéndonos profesionales, y resulta que no tenemos formación en el paso posterior a recibir el título, que es la búsqueda de empleo. Y acabamos buscando maneras increíbles y truculentas de acabar con el que tenemos al lado, porque solo uno puede salir vencedor de este combate. Y porque sí, todo vale.

    ¡Qué pena! Es un mal momento para ser joven. Al menos por aquí tenemos pequeñas guías que nos orientan a enfrentarnos a la situación actual.

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  6. Con todos mis respetos, no estoy de acuerdo con algunas de las afirmaciones de este post. Ahora mismo lo de más vale uno que quinientos…en mi opinión no es muy acertado. Buscar trabajo se ha convertido en una cuestión estadística. Mismo si eres muy muy bueno en una cosa y decides mandar sólo a esa en vez de a quinientas…pues vale, como ahora resulta que también hay aproximadamente otros 50 más o menos igual que tú con los que te vas a pelear para un único puesto de trabajo…eso contradice directamente la frase lapidaria de que no sabemos buscar trabajo.

    Tampoco es cierto que si mandas a quinientos alguno te tiene que tocar, por supuesto que no, y encima vete a sabe de qué te va a tocar trabajar, totalmente de acuerdo…pero es que ahora mismo en la ecuación mágica de cómo encontrar trabajo, es innegable el hecho de que la suerte ahora sí que ha aumentado considerablemente de grado como variable.

    Un consejo más aprovechable, romántico y alentador hubiese sido el de que la suerte hay que forzarla y confía en ti mismo joven Skywalker. Más que nada lo digo porque a mi me ha funcionado. Las teorías descriptivas de algunos illuminati sobre cómo afrontar la búsqueda de empleo dicho desde sus puestos de CEO pueden llega a sonar un poco rana entre los que estamos ahí partiéndonos la cara. Pienso que es un poco como la diferencia entre irte de safari al Serengueti y ver el documental de la 2, maromenos.

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